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martes, marzo 27, 2007
miércoles, marzo 07, 2007
Mensaje de Sri Bhagavan para el 07-03-2007
La causa raíz de todo sufrimiento es el sentimiento de existencia
separada. Tenemos una conciencia divisiva que percibe las cosas
como el yo y el no yo, lo mío y lo no mío, como mi gente y la tuya,
como mi nación y la tuya.
Habiendo dividido todas las cosas, nos sentimos amenazados por el
otro. El miedo luego engendra guerra, conflicto y más formas de
violencia.
¿Estamos entonces más allá de la redención? ¿Deberíamos
permanecer como un grupo de filósofos pesimistas o apáticos
observadores lamentando nuestra perdición colectiva?
No necesariamente.
Como raza humana, estamos al borde de una transición colosal
desde la separación a
luz, de la falsedad a
todas las cosas vivas.
Aunque cada uno de nosotros viva vidas diferentes, ubicadas lejos
unas de otras en el espacio y el tiempo, somos biológica, emocional
y espiritualmente uno.
Hay sólo un cuerpo. Lo que le sucede a los animales en los mares,
nos sucede a nosotros, hombres y mujeres. Lo que le ocurre a los
bosques, nos ocurre a nosotros en nuestros cuerpos, ya que nuestros
cuerpos, como los árboles, están hechos de la misma tierra. ¿No son
nuestros cuerpos formas de barro en movimiento dotadas de
inteligencia?
Un esfuerzo conciente de sanar la tierra se manifestará como la
sanación final de nuestros propios cuerpos.
Hay sólo una mente. Ésta es la mente que ha fluido a través de
nuestros antepasados, de nosotros y la que continuará viviendo a
través de nuestros hijos y su progenie. El tormento colectivo o el
miedo sufrido por nuestro propio hermano en una parte del mundo
se manifestará como las pesadillas, en sueños o vigilia, de alguien en
otro lugar del mundo.
Nuestros placeres y dolores están interminablemente
interconectados. Somos uno y no podemos continuar viviendo más
en la ilusión de la separación.
Hay sólo una conciencia. Vivimos en un universo holográfico. Cada
individuo despertando a la unidad está afectando automáticamente
a miles de personas, empujándolas hacia la única alternativa cuerda
de experimentar la realidad.
Habiéndose transformado nuestra experiencia de la realidad
seguiremos descubriendo nuevas formas de vivir y amar.
Crearemos un mejor planeta para el presente y el futuro. Este es
nuestro destino compartido.