sábado, octubre 21, 2006

Mensaje de Sri Amma y Sri Bhagavan






Queridos Amigos,


En un mundo donde la humanidad se siente amenazada por agitaciones sociales, sobrepoblación, guerras, aterradora violencia y crueldad, cada ser humano está más que nunca preocupado por su propia sobrevivencia.

La sobrevivencia ha implicado vivir sensatamente, con felicidad, sin gran presión o tensión. Cada uno de nosotros traduce "sobrevivencia" de acuerdo con su propio concepto particular. El idealista proyecta un estilo de vida que no es el verdadero; los teóricos, sean marxistas, religiosos o de cualquier otra convicción singular, han definido patrones para la sobrevivencia; los nacionalistas consideran posible la sobrevivencia solamente en un grupo especial o comunidad. Estas diferencias ideológicas, ideales y creencias, son las raíces de una división que está obstaculizando la sobrevivencia humana.

Los hombres quieren sobrevivir de una manera especial, de acuerdo a sus respuestas estrechas, de acuerdo a sus placeres inmediatos, de acuerdo con alguna fe. Todo esto no puede, de ninguna manera, brindar seguridad porque, en sí mismos, estos factores son divisivos, exclusivos, limitados. Vivir en la esperanza de la sobrevivencia de acuerdo con la tradición, ya sea antigua o moderna, no tiene ningún significado. Las soluciones parciales de cualquier tipo, ya sean científicas, religiosas, políticas o económicas, ya no pueden garantizar la sobrevivencia humana. El hombre ha estado preocupado por su propia subsistencia individual, por su familia, por su grupo, su nación y, como todo esto es divisivo, amenaza su sobrevivencia real.

Las divisiones modernas de nacionalidades, color, cultura, religión, son las causas de la incertidumbre acerca de la sobrevivencia humana. En la agitación del mundo de hoy, esta incertidumbre ha hecho al hombre recurrir a la autoridad, al experto político, religioso o económico. El especialista es inevitablemente un peligro porque su respuesta siempre será parcial, limitada. El hombre no es individual, separado. Lo que afecta a unos pocos, afecta a toda la humanidad. No hay escape o evasión del problema. Tú no puedes desentenderte de la totalidad del dilema humano.

No es posible que sobrevivamos si estamos preocupados por nuestra propia sobrevivencia. Todos los seres humanos del mundo están hoy interrelacionados. Lo que ocurre en un país afecta a los otros. El hombre se considera a si mismo como un individuo separado de los demás, pero, psicológicamente, un ser humano es inseparable de toda la humanidad.

No existe tal cosa como la sobrevivencia psicológica. Cuando este deseo de sobrevivir o satisfacer esta ahí, estás psicológicamente creando una situación que no solo separa, sino que es totalmente irreal. Psicológicamente tú no puedes estar separado de otro y este deseo de ser distinto psicológicamente es la verdadera fuente del peligro y la destrucción. Cada persona que se afirma a si misma, amenaza su propia existencia.

Esta afirmación de la separación destruye nuestra capacidad de trabajar juntos; de trabajar en conjunto con la naturaleza, las cosas vivientes de la tierra y también con otros seres humanos. Como seres sociables existimos para nosotros mismos. Nuestras leyes, nuestros gobiernos, nuestras religiones, todos enfatizan la separación del hombre, lo que, a través de los siglos, se ha vuelto en "hombre contra hombre". Se está tornando cada vez más y más importante, si es que sobrevivimos, que exista un espíritu de cooperación con el universo, con todos los seres del mar y de la tierra.

Uno puede ver en todas las estructuras sociales al efecto destructor de la fragmentación tomando lugar: nación contra nación, un grupo contra otro grupo, una familia contra otra familia, un individuo contra otro, religiosamente, socialmente, y económicamente. Cada uno está luchando por si mismo, por su clase o por su interés particular en la comunidad. Esta división de creencias, ideales, conclusiones y prejuicios está impidiendo el florecimiento del espíritu de cooperación. Somos seres humanos, no identidades tribales, exclusivos, separadas. Somos seres humanos atrapados en conclusiones, teorías, creencias. Somos criaturas vivientes, no etiquetas. Es nuestra condición humana la que nos hace buscar comida, ropa y refugio a expensas de otros. Nuestro mismo pensamiento es separativo y todas acciones surgidas de este sí mismo limitado impiden la cooperación. La estructura económica y social, como es ahora, incluyendo religiones organizadas, intensifica la exclusividad y la separación. Esta falta de cooperación, en última instancia, provoca las guerras y la destrucción del hombre. Es solamente durante las crisis o los desastres que parecemos unirnos y, cuando éstas terminan, volvemos a nuestra antigua condición. Parecemos ser incapaces de vivir y trabajar juntos armoniosamente.

¿Será porque nuestro cerebro, centro de nuestro pensamiento, sentimiento, ha llegado por necesidad y desde tiempos ancestrales a estar tan condicionado a buscar su propia sobrevivencia personal que ha surgido este proceso agresivo y de aislamiento? ¿Será porque este proceso de aislamiento se identifica a sí mismo con la familia, con la tribu, y llega a convertirse en nacionalismo glorificado? ¿No estará todo tipo de aislamiento vinculado con una necesidad de identificación y satisfacción? ¿La importancia del sí mismo, no ha sido ocaso cultivada a través de la evolución por la oposición del "Yo" y el "Tú", el "Nosotros" y el "Ellos"? ¿No han enfatizado todas religiones la salvación personal, la iluminación personal, el logro personal, tanto religiosamente como en el mundo? ¿No ha llegado incluso a ser imposible la cooperación, por haberle dado tal importancia a este sentido de separación? ¿Será porque la cooperación humana se ha centrado en alguna clase de autoridad o de religión, alrededor de alguna ideología o conclusión, la cual luego inevitablemente provoca su propio opuesto destructivo?

¿Qué significa cooperar? No la palabra en sí, sino el espíritu de ello. No es posible que puedas cooperar con otros, con la tierra y sus aguas, a menos que tú en tu interior seas armonioso, no dividido, no contradictorio. No puedes cooperar si tú mismo estás bajo tensión, presión, conflicto. ¿Cómo puedes cooperar con el universo si tú estás preocupado por ti mismo, tus problemas y tus ambiciones? No puede haber ninguna cooperación si todas tus actividades son egocéntricas y tú estás ocupado en tu propio egoísmo, con tus propios deseos y placeres secretos. En la medida en que el intelecto con sus ideas domine todas tus acciones, obviamente no podrá haber ninguna cooperación, porque el pensamiento egocéntrico es parcial, estrecho y eternamente divisivo. La cooperación requiere gran honestidad. La honestidad no tiene ningún motivo. La honestidad no es algún ideal, alguna fe. La honestidad es claridad; la percepción clara de las cosas tal cual son. La percepción es atención. Esa misma atención arroja luz con toda su energía en aquello que está siendo observado. Esta luz de percepción provoca una transformación de la cosa observada. No hay sistema a través del cual aprendas a cooperar. No puede ser estructurado ni clasificado. Su verdadera naturaleza exige que haya amor y ese amor no es medible, porque cuando tú comparas, lo que es la esencia de la medición, el sí mismo ha entrado. Donde está el sí mismo, el amor no está.

Cuando la verdad de todo esto es vista y comprendida, la responsabilidad del hombre pasa por un cambio radical, no sólo hacia su ambiente inmediato sino también hacia todas las cosas vivientes. Esta responsabilidad total es amor. Este amor actúa a través de la inteligencia. Esta inteligencia no es parcial, individual, separada. El amor nunca es parcial. El amor es la sacralidad de todas cosas vivientes.

Hemos establecido el problema, la causa, y ahora debemos encontrar la solución. Sin ningún esfuerzo de su parte, el hombre podría lograrlo. Todo esto es posible solamente cuando tu corazón está lleno de la Presencia. La Presencia fluye en ti a través del Diksha.

El Diksha ayuda, de este modo, a crear una nueva generación de seres humanos con un nuevo punto de vista, con un sentido de ser ciudadanos del mundo preocupados por todas las cosas vivientes de la tierra. Es tu gran responsabilidad el ayudar a traer esta Unidad.


Gracias.

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